Una esquina en medio del barrio de casas bajas a la que se le nota haber sido testigo del tiempo porque mantiene su diseño tradicional: ventanales con marco de hierro, pisos de mosaicos blancos y negros, cortinas de metal y una pared de ladrillos a la vista. Bilbo adoptó esos elementos y los combinó con muebles de madera modernos, varias plantas y el color celeste que lo identifica. De esta manera revitalizó un espacio en uno de los extremos de Villa Crespo y amplió el límite territorial de las cafeterías de especialidad.
El sol le pega de lleno por la mañana a tal punto que, por momentos, es necesario bajar el toldo frontal para filtrar la luz (por lo que se ganó un lugar en nuestro ranking de las mejores cafeterías para tomar sol). Ésta es una de las razones por la que muchos eligen alguna mesa cerca de la ventana, aunque hay un motivo extra para disfrutar: sus dos hamacas colgantes (como la de la foto) que se llevan todas las miradas. La planta baja es un salón con pequeñas mesas para una o dos personas, en cambio el subsuelo es un espacio más amplio con sillones y un escritorio de coworking para reuniones en grupo.
Durante las mañanas y las tardes ofrece su carta de café con todas las opciones de espresso y su única variante de filtrados, la Aeropress, aunque no se trata sólo de una cafetería porque tiene comidas durante todo el día. También sirven café frío (cold brew), con agua tónica (iced tonic) y con helado (affogato). Los granos que utilizan se los tuesta Lab y provienen del Nevado del Huila, una zona en altura de la Cordillera colombiana.
he ido muchisimos domingos, el lugar es excelente y su café también. Mi preferido por lejos es el FLAT WHITE, sumamente recomendado.