Instalado en una casa antigua, esas de techos altos y pesadas puertas de hierro trabajado, tiene un salón con pequeñas mesas circulares de madera, un sillón de estilo y, por supuesto, una barra con butacas desde donde espiar la labor de los baristas.

En uno de los extremos de la barra, lo que era el ventanal de la casona se convirtió en una especie de ventanilla, como si fuera un kiosco de café. Y más allá, mesas de madera al aire libre, que se inundan de sol por la mañana.

Aquí sirven su propio blend colombiano, el mismo que venden para llevar, y para los filtrados Cuervo Café trata de variar entre dos o tres orígenes. Estos los ofrecen en Chemex, AeroPress y V60.

Para desayunar o merendar las opciones de pastelería incluyen budines y otras delicias veganas y “libre de gluten”, explica Pablo, uno de los dueños. «La intención es que en la carta un tercio de las opciones no contenga ingredientes de origen animal, otro tercio sea sin gluten y el resto sí sea más tradicional», agrega.

Si pasás por allí cuando el sol baja, una buena opción es el Espresso Julep. Un trago en base a café que está preparado con una reducción de espresso –el espresso se pone al horno con un poquito de azúcar–, agua tónica, Cinzano Rosso, y menta. Se toma frío.

¿Por qué Cuervo?

Es un animal con el que los dueños se identificaron, no por ser de San Lorenzo ni por ser un ave carroñera. De hecho, tomaron un significado asociado a la espiritualidad y la luz:

Entre los pueblos originarios del actual territorio de Estaos Unidos, el cuervo simboliza los cambios y la transformación. Es considerado un animal que puede ser un oráculo y, también, traer mensajes del cosmos. En este sentido, este mito alrededor del pájaro negro es distinto al de muchas otras culturas que lo relacionan a la guerra y oscuridad. Es más, para los Hopi, Navajo, Zuni el cuervo es el portador de la luz. El ave que voló desde la profundidad del oscuro universo y trajo la luz del sol. “El cuervo era blanco y cuando trajo la luz en el pico se ‘tostó’”, aclara Pablo quien vio una clara relación entre la espiritualidad del simbolismo y un relato que incluye el mismo proceso por el que pasan los granos de café.