Renueva la vieja experiencia del café de filtro

Acaso los diarios en la mesa sean la señal identitaria del público que diariamente los visita: parada previa a la oficina cercana o bien como lugar de descanso entre obligaciones céntricas. Esta cafetería de dos plantas ofrece un espacio sereno y reservado, cualidades que lo realzan en una zona transitada. Una hilera de mesas, una pequeña barra y hasta dos sillones enfrentados: todas las posibilidades caben en su saloncito principal.

Si en el lugar de trabajo la cafetera de filtro era la reina (antes de que llegaran las máquinas vending), el recuerdo de esa experiencia se reinventa. Edison tiene a disposición la Moccamaster, un modelo certificado por la Specialty Coffee Asociation (SCA). Exhibida en el mostrador, se roba las miradas por su delicada belleza. Funciona automáticamente: vierte el agua en un dispositivo similar a la Clever y mantiene el café a temperatura en su recipiente.

Para los filtrados, incluido la Moccamaster, utilizan una variedad de Guatemala. “Creemos que el café de especialidad debe ser el nuevo estándar”, reza un cartel colgado en una de sus paredes. El deseo es compartido.