Cuando meterse en la boca del lobo no implica oscuridad, un espacio estrecho o poco transitado, displacentero ni peligroso; más bien, todo lo contrario. Lobo Café está ubicado en un paseo privilegiado del paisaje urbano: en Puerto Madero, a la vera del Río Dársena Sur, más específicamente frente a los característicos docks de ladrillos naranjas restaurados. Tiene una vista excepcional: esta zona es una de las pocas de la Ciudad de Buenos Aires donde se vive el río, ya que aunque los porteños estamos al lado del agua, no la tenemos tan presente en la cotidianidad.
A pocos minutos del Microcentro pero en un ámbito completamente diferente, con amplia vista a los yates, el parquizado y un paseo peatonal que neutraliza rápidamente el acelerado ritmo de la city. En este entorno se encuentra Lobo Café, con su amplio y luminoso salón que parece continuar en la vereda, donde se extienden sus sillas y sillones a metros del espejo de agua.
El café que sirven es un blend propio que combina dos orígenes: Brasil y Ecuador. Además de las variedades espresso se animan a servir filtrados en V60 y Prensa Francesa. Y atención a lo que tienen preparado para los días calurosos: “capuccino lobo”, una opción fría que se prepara con café, leche, crema, piel de naranja y cardamomo.
¡Sé el primero en comentar!