El lugar es estrecho: esa es una de las razones por las que este Negro genera una sensación de cercanía. La barra con banquetas altas acorta aún más la distancia con los baristas, se los puede ver en acción y charlar del producto que sirven como si se trataran de compañeros con quienes se puede hablar con frescura y naturalidad. Es un espacio amigable tanto por las personas que lo atienden como por la arquitectura y disposición de sus asientos.
Es la cafetería que cualquiera quisiera tener a la vuelta de su lugar de trabajo. Aunque el público que lo visita suele tener los minutos contados, vale la pena quedarse un rato porque tiene todos los detalles pensados para una estadía placentera, desde la música que suena hasta las servilletas con renglones impresos para tomar nota. Su ambientación promueve lo que pregona desde el nombre: desde su cálido interior delicadamente iluminado se puede contemplar la calle con la sensación de estar espiando desde una verdadera cueva.
Excelente café y la mejor atención, siempre sonriendo siempre amables. Amo la sucursal Reconquista, en Córdoba 359. Todo buenísimo. Mi momento de disfrutar el mejor flat w.
Los mejores cafés y las mejores medialunas