La tercera sucursal de Ninina está ubicada en el MALBA, al lado de la entrada principal, pero está pensada tanto para quienes visitan el museo como para quienes quieran ir específicamente a tomarse un café. Podría tratarse de lo que se llama un local in store: una versión reducida de la original dentro de otro lugar más grande que la contiene. No es lo que sucede en este caso porque Ninina excede ese formato. En principio porque tiene doble acceso, tanto desde la planta baja del museo (más que ingreso es continuidad del lobby) como una entrada exclusiva desde la calle. Pero además por las dimensiones: el nuevo local es tan grande como sus antecesores.
Desde el interior, es un enlace visual entre el museo y la plaza República del Perú, articulando ambos espacios a través de una pared vidriada con vista al parque y un sector de mesas al aire libre que son el lugar ideal para los días de sol. Adentro combina espacios individuales y comunitarios en un desnivel que le da una visión más panorámica del entorno. Mucho más que una cafetería, ofrece un menú amplio que contempla cualquier momento del día. Y más allá de que tenga la cocina totalmente exhibida, la barra principal sigue dedicada a la máquina espresso y los paquetes de granos recién tostados en la sucursal de Villa Urquiza.
Delicias, comodidad, lujo, vista, atención y precios
Una alegría vivencial.