Una nota de color

¿Es posible encontrar algo en común entre el parque Centenario, la línea 15 de colectivos, el club Ferro Carril Oeste y Nórdico Coffee Shop? Aunque parezca que nada tienen que ver unos con otros, están ligados a Caballito, una zona que había sido inexplorada por las cafeterías de especialidad hasta ahora. Además, curiosamente, todos son verdes e identifican al barrio con ese color.

Según Natalia, dueña y barista de este lugar, todo es pura casualidad. Cuenta que su intención, desde el comienzo, fue transmitir todo aquello que aprendió en las fincas colombianas, donde hizo su entrenamiento previo, y dice que tal vez haya quedado impactada de algún modo con la exuberante naturaleza de aquellos lugares. Precisamente de aquél país son las variedades que sirve en Nórdico: Santander o Guanes, dependiendo el método.

Es que si bien por su formato parece orientado al servicio para llevar, también ofrece filtrados y algunas preparaciones de café frío. El espacio es minúsculo pero se las ingenia: las comodidades del lugar se reducen a dos barras pequeñas de tres asientos, una de ellas en plena calle. Cerca del epicentro barrial, funciona muy bien como sitio de abastecimiento para coffee lovers, a la vez que expande los márgenes habituales del circuito hacia zonas menos exploradas de la geografía porteña.