Apartado de la zona más comercial de Palermo, Serendipity es un lugar tranquilo, muy recomendable si tenés que estudiar o concentrarte para trabajar.
El bar es pequeño pero aún así tiene dos espacios diferenciados: un par de mesas inundadas de luz y paredes blancas adelante, más atrás hay más espacio con luz tenue, ladrillos a la vista, una hamaca y un sillón que está coronado por una bici acompañada de grullas de origami.
Sirven espressos y filtrados: para los primeros tienen un café de Santander, Colombia, y si pedís una Chemex, V60 o Aeropress hay una opción más frutal de Cajamarca, Perú.
Taqueños -queso envuelto en una masa que se come con miel y crocante de almendras-, papelón -panela y limón- y arepitas – hecha a base de masa de maíz- aparecen en la carta con aire venezolano, para quienes gustan de probar sabores de otras latitudes.
Me encanta, tiene variedad en leche vegetal! cajú y coco, probablemente uno de los mejores café del barrio Palermo